
Hace tiempo que quiero hacer una entrada de este tipo, sobre todo para compartir algunas de las cosas que me funcionan a mí, personalmente, a la hora de moverme en bici para hacer algo de compra, ir a tomar un café o ir al trabajo.
Trato de usar el coche lo menos posible. Como muchas personas, he cometido aunténticas atrocidades motivadas principalmente por no querer moverme unos pocos metros andado. Hoy en día creo que eso ha cambiado, mis hábitos son otros y diría que tengo ya un modus-operandi que me funciona bastante bien.
Pero, mejor, voy por partes.
Guardabarros: contra viento y marea
A la hora de hablar de movilidad siempre hay que tener en cuenta varios factores. Uno de ellos es el factor climático. Aquí, en Torrelavega (Cantabria), solemos tener un clima más bien lluvioso, aunque quizá ahora no tanto.
Lo primero que recomiendo es sin duda unos guardabarros. Con ellos vas a conseguir evitar mojarte los pantalones y espalda. El combo perfecto lo completan un chubasquero y un pantalón de lluvia.

Una alforja: para dominarlas a todas
Para transportar todo lo que necesito llevar: portátil, llaves, túper, cartera, un libro, cables, una chaqueta... básicamente lo necesario para un día de oficina.
Por supuesto que no es necesario, siempre puedes tirar de espalda y llevar mochila. Aunque en verano lo vas a agradecer muchísimo por el sudor.
En mi caso llevo una alforja que se transforma en mochila gracias a unas cremalleras. No es la más cómoda del mundo como mochila, pero es súper útil a la hora de poner, quitar y transportar.


Timbre y luces: para expandir tus sentidos
No sólo necesarios si no obligatorios (sí, incluso antes que el casco). Tus salvadores para poder ser visto y oído en la distancia. El timbre es especialmente útil cuando compartes carril con peatones, como sendas ciclables o vías verdes. La luz hará que te sitúen en el mapa y te permitirá descubrir qué es lo que hay delante de ti.

Un candado: para atarte a la realidad
Para lo que es obvio: candar la bici en un aparcabicis. Sé que hay varios niveles de candado y, aunque no soy un especialista, cuanto más duro y pesado, mejor.
En mi caso opto por un candado plegable para poder llevarlo cómodamente en el hueco de la ponchera. Se quita y se pone fácilmente.


Una pata de cabra: beee beeeee
Parece una tontería, pero es súper cómodo. Te permite hacer paradas rápidas sin preocuparte de buscar un apoyo extra o dejarla en el suelo.
Puedes usarla para poder beber agua de una fuente tranquilamente, dejarla un segundo para comprar el pan o incluso para hacerle fotos frente a un idílico puerto cerca de Suances.

Pegatinas: para molar
Quizá no parece del todo útil, pero siempre está bien plasmar un poco de tu personalidad en la bici. En mi caso, como fanático de Nintendo, he decidido pegar una de Bob-omb.

Algunas cosas más
Estas son algunas de las técnicas que he ido aprendiendo con el paso del tiempo. Por ahora esto es lo que me funciona en el día a día y me va bastante bien. Rara vez salgo sin alforja y me gusta pensar que mi bici está segura en el aparcabicis.
A parte de lo ya mencionado, estas serían algunas cosas más que me parecen imprescindibles y que suelo llevar conmigo:
- Una pantalón de lluvia. No ocupa nada y te salva la vida de un chaparrón repentino.
- Una herramienta multiusos. Con llaves de diferentes tipos, para algún arreglo rápido.
- El casco, para proteger la almendra en las carreteras generales.
- De vez en cuando un hinchador eléctrico.
- Agua, por una mera cuestión de supervivencia.
